Poemas P

Dédalo

Un solo hilo que une su destino

Asciende por las corrientes del aire

Y del mar con un cruel beso; mas siempre

Queda el otro laberinto, que Minos

Su rey no gobierna. Un acertijo

Abisal que deja su ingenio y talento

en mil años después preside el tiempo,

Celado en la arena como su hijo.

Y con él la esperanza, la sonrisa

Y la alegría, llorando en el silencio

Cada junta, artefacto y edificio

Que su mano acompaño igual Sinuosa.

Sus sueños cayeron tal cual las plumas

Como el agua que efervesce en espuma.